Para románticas confundidas
POR Iciar Sanchez Montero
28/12/2021
¿Qué estarías dispuesta a entregar a cambio del amor de tu vida? ¿Todo? ¿Volverías a intertalo?
Nos mentimos años, etapas e incluso décadas después de perder la ilusión en relaciones frustradas, encuentros ocasionales, anhelos y largas esperas.
No es miedo a amar, no es falta de amor propio, no es falta de compañía, no es falta de confianza, ni huecos sin completar. Es atreverse a dar luz a algo que puede doler a la vista; que quieres ser amada y corresponder con la intensidad que un día soñaste. O quizás sea peor, con la intensidad que nunca dejaste de soñar.
Solo puedes anhelar algo que conoces o recuerdas quizás incluso de otras vidas. Sentir como tu cuerpo entra en armonía al ser abrazado por la persona amada. ¿Química? llamémosle así.
Quitemos hierro al asunto por favor. Puede doler demasiado. Sigamos parcheando la verdad con típicos tópicos; que bien estar solo, hasta que no te ames a tí nadie podrá hacerlo, tengo que conocerme primero, no tengo prisa.
¿Cuándo nos hemos convencido de que "eso" no va a volver? ¿Que teorías espirituales y convencionales nos han adiestrado para borrar el enamoramiento de nuestra vida como un mal mayor?
Quieres volar de amor incondicional mirando a los ojos mientras abres tu corazón y dicho sea de paso tus piernas al mismo tiempo. Quieres volar como en aquella relación adolescente, como en aquel recuerdo mitificado. ¿Y sino es un mito?
¿Es solo karma, deseo, anhelo, expectativas, apegos a dejar ir cuando alguien nos mueve las entrañas?
Soy una romántica confundida. Me niego a mutilar en mi algo que late desde que tengo uso de razón. Cientos de mujeres estamos programadas de esta manera. Es divino y perfecto. Somos fruto de una creación mucho más elevada que nuestra propia elección.
Dios no creo el mundo jugando a los dados. No nos dotó de esta esencia tan bella por casualidad.
Ya hemos probado a estar solas, a conocer por redes, a silenciar secretos a intentarnos como mujeres independientes.
Ya hemos dado una vuelta completa y ahora con más seguridad que nunca podemos volver a definirnos con la confianza y la valentía que se merece algo tan sútil y bonito como entregar, cuidar, acompañar, compartir, amar, abrazar...
¿Dónde colocamos el románticimos para no ser dar dañadas? Ya no está de moda. No es util, pesa demasiado. Quizás es hora de darle un lugar mas apropiado.
Hay veces que las lámparas mal orientadas pueden cegarte, pero todo es cuestión de corregir la orientación para que la iluminación del ambiente sea perfecta. Aquí te dejo mi propuesta para que puedas orientar esa luz maravillosa que nace en ti para brillar sin miedo.
Todo impulso descontrolado de atracción o aversión hacia alguien nos avisa de un karma. Una relación pasada de otra vida con asuntos pendientes a resolver. Aquí puedes encontrar una nueva etiqueta para el románticismo ligado al sufrimiento y dependencia. Amar es disolver karma sin reprimir la experiencia del viaje del alma. Observar y poner conciencia en este compartir nos ahorrará mucho dolor. .
Mientras el karma toma forma de persona, podemos crear nuestro propio círculo de sanación. Amar no entiende de géneros, ni formas y no está ligado a una sola relación. El amor debe ser entregado a raudales sin espera ni demora. Podemos poner en marcha un circuito de expansión que nos rodee de amor y por lo tanto de personas a las que podríamos amar. Después solo será una elección que pueda ser o no una pareja. ¿Imaginas poder rodearte de decenas de personas amorosas a las que poder elegir como pareja?
Abrazar, tocar, acariciar y decir te amo a las personas cercanas, familiares, amigos y lejos de la espera.
Abramos el románticismo a todo lo que nos rodea. Seamos portadoras de momentos inesperados y comprometamos con amor a quien se acerque a nuestra vida.
Que nos llamen locas, impulsivas y asustemos con mucho amor sin motivo mientras disfrutamos a raudales de nuestro gran talento: la disposición a trascender y evolucionar a través de las relaciones.
Aqui te dejo una pequeña historia que seguro te ayuda a sonreir y seguir adelante:
Es Mayo y la falta de constumbre hace que mi maquillaje parezca artificial. Que pereza, una cita. He perdido el punto intermedio entre ocasional, informal o parecer un cuadro. Creo que mejor me quedo en casa.
_ Berta, no voy a ir.
_ Pero si estabas convencida. ¿Qué ha pasado?
_ No lo se.
_ Venga va, ¿qué es lo peor que te puede pasar?
_ Ufff, que no me quiera.
_ ¿Y es eso tan grave?
_ ...
@iciarsanchezmontero
Escritora de la trilogía Soñando Pasión.
Creadora del Retiro Soul & Surf en Fuerteventura.